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Desde que iniciara su actividad como una de las plantas más modernas de la comarca en 1995, empresas líderes a nivel nacional en el envasado de aceite, se interesaban año tras año por el aceite producido de esta familia de molineros; lo que hizo a los Navarro plantearse ampliar su almazara, y su producción lo justo para lanzar al mercado su propia marca exclusiva de aceite. Hoy saben que la limpieza, el seguimiento personalizado de cada molturación y el trabajo de cada persona que componen esta empresa, es la clave para marcar la diferencia.
Antes de proceder a molturar las aceitunas, hay un proceso de limpieza y lavado. La molienda es instantánea, pasando por distintos procedimientos; el primero será un batido en frio con una duración no máxima de una hora, a continuación esa masa del batido va a pasar por una centrifugación horizontal que será la encargada de separar literalmente el sólido (hueso y pulpa) del líquido (aceite), una vez realizada esta separación el aceite va a pasar a una centrifugación vertical, que es la encargada de limpiarlo quitándole las pequeñas impurezas y al agua, finalizado el proceso de molturación nuestro aceite pasa a través de unos decantadores para posteriormente ser almacenado en nuestra bodega donde permanecerá hasta su venta.
Tras finalizar cada temporada, se desmonta cada componente de la instalación para su limpieza y guardado hasta la temporada siguiente. La planta sometida cada año a escrupulosas inspecciones que certifican el cumplimento de la normativa sanitaria está fabricada íntegramente en acero inoxidable y cuenta con una bodega de capacidad total de 400 toneladas, capacidad más que suficiente para almacenar la producción de la campaña propia con ocho bidones de 50 toneladas donde se almacena el aceite extraído en base a un sistema único de decantación natural (por su propio peso) SIN FILTRAR.
